Vampire's Kiss

Vampire's Kiss

El mal crece. Puedo sentir su toque oscuro.  

Entrada del diario de Henry de Montfort, 2 de septiembre 1068   

―  ¡Mark!―   Ella se despertó gritando el nombre de su hermano gemelo.
Se giró hacia la lámpara de la mesita de noche con manos temblorosas. Su mirada voló frenéticamente por el dormitorio, y su corazón pareció detenerse.
No reconoció los muebles. No veía el armario de cerezo antiguo o el baúl. Tampoco vio la pila de libros, que se alineaban en sus estantes y repisas hechas con amor, por las manos de su abuelo.
Sólo veía la sangre. Y estaba en todas partes. Y sintió el mal. El mal abrumador.
Cerró los ojos, desesperada por detener la visión.  

El grito lleno de terror de un hombre hizo eco en su mente.  

―  ¡No!―   Empujó sus sabanas a un lado y saltó de la cama. En un instante, la visión terminó.  

Ella podía ver su habitación de nuevo. Envuelta en sombras, pero reconocible, no obstante.  

Los latidos de su corazón golpeaban con desesperación en sus oídos. Su
cuerpo temblaba recordando el miedo.  

¿Había sido un sueño? ¿Sólo un sueño? 

Un antiguo mal. Una alianza impía. En amor eterno. William Dark es un monstruo, un vampiro que se alimenta de la sangre y el miedo. Él es exactamente la que Savannah Daniels necesita. Hace un año, el hermano gemelo de Savannah y su esposa fueron brutalmente asesinados. Savannah juró un voto de venganza contra el hombre, al bestia, que lo mató.
Una bestia que ahora, está detrás de ella. Savannah necesita la ayuda de William, a fin de mantener su promesa. Ella debe convencerlo para que la transforme, para darle el beso del vampiro, por lo que será lo suficientemente fuerte como para derrotar a los asesinos que se encuentre en su camino. Savannah y William entran en una alianza impía:
Él va a transformarla para ver que ella recibe justicia. A cambio, ella debe ser su compañera, su pareja, para la eternidad. Pero pronto Savannah se da cuenta que hay más en juego que sólo su vida. Porque una vez que pruebe los beso de William, sabe que puede estar en peligro de perder su corazón. Y ella tendrá que poner toda su confianza, toda su fe, en las manos de un hombre que perdió su alma hace siglos.
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