Starlighter

Starlighter 

  

Jason es un excelente esgrimista que creció pretendiendo matar dragones con su hermano mayor. Hace mucho tiempo hubo rumores de dragones robando a personas de otro reino y esclavizándolos, pero Jason no creía en mitos. Ahora, ambos de sus hermanos están desaparecidos, y resulta que los dragones realmente existen. Jason viajó para encontrar el portal de este misterioso reino con el fin de rescatar a sus hermanos y liberar a los esclavos. Mientras tanto, una esclava llamada Koren ha pensado durante mucho tiempo que los mitos acerca de un planeta donde los seres humanos son libres eran un mito. Ella sueña con la libertad pero porque es una Starlighter, un visionario peligroso, los dragones nunca la pondrán en libertad.

Dicho en capítulos alternados, las historias de Koren y Jason combinan tanto el uso de sus dones para combatir a los dragones y liberar a los esclavos. Ambos personajes son fuertes a quienes los lectores se animaran a partir de un principio.La primera serie planificada de cuatro libros, no hay suficiente de una resolucion para satisfacer a los lectores, sin embargo, los dejan ansiosos para el segundo.

Jason hizo una mueca. —Que repugnante. —Cierto, pero es razonable. Una vez que la población aumentó lo bastante, 

probablemente permitieron que sólo los más fuertes se reproduzcan, así que estas niñas son probadas para la fuerza mientras son muy jóvenes. Las débiles o minusválidas nunca encontrarán amor. 

—Esto no se trata de amor —sacó su espada—. Si el dragón se mantiene en esa posición, creo que puedo deshacerme de él. 

Agarró su manga. —Quizás no deberías. —¿Por qué no? —¿Y si hay mas dragones cerca? 

—¿Has visto alguno? Ella sacudió su cabeza. —Eso no quiere decir… —Mira —dijo Jason, señalando con su espada—, sabemos que es el enemigo. 

Vimos golpear al niño con su látigo. Vinimos aquí a recatar los Perdidos. No es exactamente una decisión difícil. 

—Entiendo, ¿cómo con cuántos dragones has combatido? La miró fijamente por un momento, sin responder su pregunta. Ella ya sabía la 

respuesta -cero-, al igual que con el oso de la montaña. —Bien, ¿qué piensas que debería hacer? —Bueno, tal vez… El látigo chasqueó. Jason giro hacia el sonido. La niñita cayó de cara a la orilla 

del arroyo y derramó su carga. El dragón se cernió sobre ella y le azotó la espalda, cortando un trozo de ropa y derramando sangre. 

Jason hirvió por dentro. Estrangulando la empuñadura de su espada, le mostró a Elyssa su hoja. 

—Tal vez nada. 

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