domingo, 15 de mayo de 2011

Entrelazados

Entrelazados

Entrelazados. La mayoría de los adolescentes de dieciséis años tienen amigos. Aden Stone tiene cuatro almas humanas viviendo dentro de él: Una puede viajar en el tiempo Otra puede despertar a los muertos La tercera puede predecir el futuro Y la última puede poseer a otro humano. Sin familia y habiéndose pasado la vida entrando y saliendo de orfanatos, Aden y las almas se han hecho amigos. Pero ahora le están causando toda clase de problemas: como, por ejemplo, que cuando parpadea retrocede en el tiempo. Un paso en falso y podría cambiar el futuro. O puede pasar al lado de un perfecto desconocido y saber cómo y cuándo va a morir. Está cansado de todo eso y lo único que desea es un poco de paz. Y entonces encuentra a una chica que acalla las voces… siempre y cuando esté cerca de ella. ¿Cómo puede ser? Mary Ann Gray es completamente opuesta a él. Él es un solitario; ella tiene amigos. A él le trae sin cuidado lo que piensen los demás; ella trata de hacer feliz a todo el mundo. Y en tanto que él atrae lo paranormal; ella lo «repele». Por su bien, debería mantenerse alejado. Pero es demasiado tarde… Sin saber muy bien cómo, comparten un inexplicable lazo de amistad. Un lazo que está a punto de ser puesto a prueba por un hombre lobo que quiere a Mary Ann sólo para él, y una princesa vampiro a la que Aden es incapaz de resistirse.

UN CEMENTERIO. No. No, no! Como había terminado él aquí? Claramente, llevar su iPod mientras hacia el reconocimiento de una nueva ciudad había sido un error. Sobre todo en Crossroads, Oklahoma, tal vez llamada la capital del gnomo de jardín del Mundo y definitivamente el infierno en la tierra, era tan pequeña y practicante inexistente.
Si el solo hubiera dejado el Nano en Rancho D y M, un reformatorio para ―Descarriados‖ adolescentes donde él vivía. Pero él no lo había dejado ahí .Había querido paz, solo un poco de paz. Y ahora el pagaría el precio.
-―Esto apesta‖ Murmuro, retirando los audífonos de sus oídos y empujando la brillante distracción verde en su mochila. El tenia dieciséis años, pero algunas veces se sentía como si él hubiera estado ahí siempre, y cada uno de esos días había sido peor que el anterior. Lamentablemente hoy no sería la excepción. Inmediatamente la poca gente que vivía una en agonía a las cuales el estaba tratando de ahogar con tan-alto- volumen, clamaban por su atención.  


No hay comentarios:

Publicar un comentario