Bueno aqui os dejo el primer capitulo de Corssed, el segundo libro de Juntos.
Capitulo 1
Ky
Estoy de pie en un rio. Es azul. Azul oscuro. Reflejando el color de las nubes al atardecer.
No me muevo. El rio lo hace. Lo empuja contra mí y sisea a través de la hierba por la orilla del agua. “Sal de ahí,” dice el oficial. Dirige su linterna hacía nosotros desde su posición en el banco.
“Dijiste de poner el cuerpo en el agua,” digo, prefiriendo malentender al oficial.
“No dije que tuvieses que bajar por ti mismo,” dijo el oficial. “Déjalos y sal. Y lleva su abrigo. No lo necesita hora.”
Eche un vistazo a Vick, que me ayudaba con el cuerpo. Vick no dio un paso dentro del agua. No es de por aquí, pero todos en el campamento conocen los rumores sobre los ríos envenenados en las Provincias Exteriores.
“Está bien,” dije a Vick en voz baja. Los Oficiales y Funcionarios quieren asustarnos de este rio –de todos los ríos- así que nunca tratamos beber de ellos y nunca intentamos cruzarlos.
“¿No querías una muestra de tejido?” llamo al Oficial en el banco mientras Vick duda. La gélida agua llega a mis rodillas, y la cabeza del chico muerto cuelga hacia atrás, sus ojos abiertos mirando fijamente al cielo. La muerte no ve pero yo si.
También veo algunas cosas. Siempre lo hago. Palabras e imágenes se conectan entre si en mi mente de manera extraña y observo detalles donde quiera que este. Como ahora. Vick no es un cobarde pero teme mirar las películas de miedo. Las mangas del chico muerto están deshilachadas con hilos que descienden al agua por donde sus brazos cuelgan hacia abajo. Sus delgados tobillos y desnudos pies brillan pálidos en las manos de Vick, mientras Vick da un paso cerca de la orilla. El Oficial ya nos había quitado las botas del cuerpo. Ahora las balancea hacia delante y atrás por los cordones, un movimiento oscuro permaneciendo en el tiempo. Con su otra mano apunto con el haz de luz de la linterna directamente a mis ojos.
Tire el abrigo al Oficial. El había dejado caer las botas para atraparlo. “Puedes irte.” Le dije a Vick. “No es pesado. Puedo hacerlo con cuidado.”
Pero Vick dio un paso, también. Ahora las piernas del chico muerto estaban mojadas y su oscuro paisano* empapado. “No se trata de un Banquete Final,” Vick llamo al Oficial. Había ira en la voz de Vick. “¿Era esa cena de anoche algo que él escogió? Si lo era, merece estar muerto.”
Ha pasado bastante desde que deje de sentirme enfadado que simplemente no lo siento. Cubre mi boca y lo engulle hacia abajo, el sabor es acido y metálico mientras estoy mordiendo a través del aluminio. Este chico murió poque los Oficiales juzgarón mal. Ellos no le dieron bastante agua y ahora el ha muerto demasiado pronto.
Hemos de esconder el cuerpo porque no imaginamos que moriría en este campo de detención. Se supone que debemos esperar hasta que nos envíen fuera de las aldeas si el Enemigo puede hacerse cargo de nosotros ahí. No siempre funciona de esta manera.
La Sociedad quiere que tengamos miedo de morir. Pero yo no. Solo tengo miedo de morir mal.
“Esto es como el final de las Aberraciones,” nos dice el Oficial impacientemente. Da un paso en nuestra dirección. “Ya lo sabéis. No hay última comida. No hay últimas palabras. Dejadlo y salid.”
Esto es como el final de las Aberraciones. Mirando abajo veo que el agua se ha vuelto negra con el cielo. No puedo irme aun.
Los ciudadanos terminan con banquetes. Últimas palabras. Almacenan muestras de tejido para darles una oportunidad de inmortalidad.
No puedo hacer nada sobre la comida o la muestra, pero tengo palabras. Están siempre ahí rondando por mi mente con los imágenes y números.
Por lo que susurro algo parecen encajar el rio y la muerte:
“Para aquellos del Tiempo y el Lugar de nuestra bourne
La inundación puede llevarme lejos,
Espero ver a mi Piloto cara a cara
Cuando haya cruzado el estrado.”
Vick me mira, sorprendido.
“Déjalo,” le digo, y al mismo tiempo lo hacemos.
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