Anita Blake
4. El Café Lunático
-Entonces, Sr. Smitz, ¿cómo puedo ayudarle?-pregunté
Contemplaba sus manos, y sólo sus ojos se elevaron para mirarme.
Era un gesto de muchacho, un gesto incierto. Resultaba extraño en su rostro de hombre adulto.
-Necesito ayuda y no se a quien más acudir.
-Exactamente, ¿qué tipo de ayuda necesita, Sr. Smitz?
-Es mi esposa.
No te ofrezcas como voluntaria para luchar contra vampiros, acorta tu esperanza de vida.
Y no te enamores de un hombre lobo, interferirá en tu trabajo. Especialmente cuando eres una experta en lo paranormal, como yo. Mi trabajo me hace relacionarme con todo tipo y forma de monstruos. Y no todos ellos quieren matarme.
Toma, como ejemplo, la manada local de licántropos - hombres lobos para ti. Gran número de ellos están desapareciendo, y han acudido a mí en búsqueda de ayuda. Quizás porque estoy saliendo con el lider de la manada. He sobrevivido a mucho - desde vampiros celosos hasta zombies asesinos - pero el amor puede que mate…
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